En este volumen de la fabulosa novela gráfica de Neil Gaiman, The Sandman, nos encontramos de cara con los principales protagonistas de toda la historia. Aunque a algunos los vemos solo por un breve período, este volumen es un abrebocas muy importante para la comprensión de todo este cánon gráfico-literario.

Y todo inicia con la avaricia, cosa extraña, de los hombres que quieren dominar a la muerte (La Muerte: uno de los «Eternos» y personaje protagónico de toda esta novela gráfica), a quién pretenden capturar por medio de algún ritual ancestral atrapamuertes. Para pesar de estos incautos malevolentes, terminan atrapando a Sueño (nuestro protagonista principal y el hermanito menor de todos los Eternos) y lo mantienen encerrado por muchos años, conmocionando el mundo de los sueños de todos los seres humanos.

Así pues, nuestro héroe logra escapar en algún momento y, en la tarea de recuperar su poder como Eterno, sale en busca de sus tres instrumentos de trabajo que le permiten ser reconocido como el señor de los sueños. Lo interesante es que aquí es justamente donde la historia de The Sandman se articula con el universo de DC Comics. El primer instrumento es una bolsa de tela que solo él puede abrir y que contiene polvo de sueños. La última persona que sabe del paradero del artefacto es nada más y nada menos que Jhon Constantine, protagonista del comic Hellblazer y experto en temas de magia y peleas con demonios del infierno. El segundo elemento es una máscara con forma de cabeza de mosca…aún no tengo muy claro para qué sirve, pero eso sí, el paradero del artefacto es, justamente, el infierno, a donde Sueño se dirige para hablar con el diablo y sus secuaces y, después de un duelo-pelea con el demonio que tiene en su poder la máscara, Sueño logra recuperarla. Finalmente, debe buscar una joya, una especie de rubí que él mismo creó y que posee un criminal que está recluido en el asilo de Arkham, el Doctor Destino (o Dr. Fate).

Tenemos un volumen que nos invita a comprender los motivos de Sueño, e incluso sus relaciones familiares y motivaciones. Pero también una novela gráfica con episodios muy sombrios y violentos que pueden indisponer un poco. En otras palabras, este primer volumen es magistral. Ya les contaré luego de que más van los demás, por lo pronto, dejo aquí abajo algunas imágenes que pueden encontrar en esta fabulosa entrega de este comic de culto y que han sido concebidas por el gran artista Sam Kieth.