Este libro habla del sur y de la infancia y la adolescencia. Habla de amores primerizos y sexos precoces y promiscuos. De odios y desprecios por los otros y por uno mismo.
En Rayos X, Carlos Salem escribe algo así como una ficción autobiográfica. No es posible asegurar cuánto es referente a la vida del autor y cuánto a las elucubraciones de su imaginación. Pero lo que es un hecho es que toda la obra está construida entre ires y venires, de alegrias y pesares que bien pudieran ser la expresión y el recuerdo nublado de la propia vida de quien escribe estas palabras.
La estructura narrativa de la novela es muy amena, el lenguaje usado es sencillo y pareciera que alguien te estuviera contando los pormenores de su vida. Esto me ha permitido leer la novela de principio a fin en solo tres días sin perder por un minuto el interés en la historia.
No considero que este libro sea una gran obra pero sin duda vale la pena leerlo. Lo que más me ha gustado de todo es que me permitió recordar mis propias aventuras adolescentes, mis primeros besos, amores y deseos. Este libro me ha recordado que la vida está llena de primeras veces y que todas ellas han marcado el camino para ser quienes somos.
