LA BAJAMAR

Este libro habla sobre la memoria, sobre la pérdida y sobre el silencio.

La bajamar es un libro que casi puede olerse. El aroma del agua salda es inherente al desarrollo de la historia. También huele a pescado. Es muy itneresante cómo una historia puede tener referencias sensoriales que, sin ser tan explcícitas, enmarcan el contexto de un espacio vivido por diferentes personajes en diversos contextos temporales.

Esta maravillosa novela de Aroa Moreno Duran, presentada por Literatura Random House, me ha parecido muy bien lograda. Son tres historias en una, todas ellas interrelacionadas. La narrativa es interesante, se trata de tres mujeres: abuela, madre e hija, y de las tribulaciones de la vida que han vivido. En este sentido, cuando la autora le da voz a cada una de las protagonistas, las ubica en un contexto histórico particular. En el caso de la abuela, por ejemplo, se mencionan aspectos de su infancia condicionada por la segunda guerra mundial y especialmente por la guerra civil española. El caso de la madre es más representativo de las décadas de los 70, 80 y 90; llama la atención que, sin ser muy explícito el referente, se mencionan algunos pequeños sucesos que muy seguramente estuvieron relacionados con el Euskadi Ta Askatasuna (ETA), considerado como un movimiento terrorista de objetivo separatista de los países vascos. Cabe mencionar al respecto que esos pequeños apartados me hicieron recodar la novela «Patria» de Aramburu. Finalmente, la historia de la hija se presenta en un época más cercana a nuestros días y que está llena de tribulaciones particulares derivadas de su popio y nuevo papel de madre.

Si bien cada relato de cada personaje nos lleva a momentos y espacios diversos, la trama se desarrolla a partir del encuentro de estas tres mujeres en un mismo espacio, la casa de la familia. Lo que acontece de forma particular, es que se acompañan sin hacerlo, esto es, la comunicación entre ellas es un juego sin reglas, en donde cada una no sabe o no encuentra la manera de expresar sus respectivos sentimientos: la abuela en sus últimos años; la madre angustiada por el envejecimiento, el propio y el de la abuela, así como por los pasos altaneros y perdidos de una hija un tanto descarriada y, la hija, sumida en un presente complejo pero sin un plan claro de futuro.

Suena complicado, pero visto de otra forma esto puede ser resuelto justamente con las palabras iniciales de esta entrada. Este libro es un palimpsesto de memorias: cada personaje nos cuenta lo que ha vivido o va viviendo y cuales son las conjugaciones de eso con la vida familiar. En el camino de la vida misma, todos los personajes han perdido algo, un amor, un familiar, una ilusión. Y finalmente, el silencio hace referencia a esos sentimietnos que no se expresan o esas palabras que no se dicen por algún motivo, y que alfinal, generan abismos imposibles de cruzar entre gente que tiene la misma sangre y que en el fondo…muy en el fondo, se quiere.

Esta novela me ha parecido muy sensible y me ha permitido reflexionar sobre mi propia familia. La Bajamar ha sido la recomendación de bookish.es para el mes de febrero. Gracias siempre por tan buenas elecciones!

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