Este libro de relatos cortos tiene de todo un poco. Las historias contadas por Samanta Schweblin esconden, tras una aparente simplicidad, una profundidad agobiante y compleja.
De origen argentino, Schweblin usa una narrativa bien estructurada y unas formas literarias que le permiten al lector ponerse en la piel de los personajes. Las situaciones que se describen, en la gran mayoría de los casos, esconden detrás de la apariencia de ser sucesos de la vida cotidiana, una gran complejidad y una abstracciön que lleva a desenlaces insospechados.
En tan sólo 128 páginas está autora construye una obra que vale la pena leer, y que en adiciön es un buen ejemplo del acontecer literario femenino sur americano, que está más allá de aquellas cosas a las que nos tienen acostumbrados autoras como Isabel Allende o Laura Restrepo.
Un libro entretenido que será devorado por nuestro interés.
