Con esta obra, mi amiga «la bruja de la frontera» (como he decidido llamar a la interlocutora pre adolescente más espectacular que he tenido), tendrá un nuevo deleite. Las obras de la biblioteca de Howargts que he leído estos días han ido a parar todas a la biblioteca de esta trepidante bruja, pero antes de eso han pasado por mi ojo critico. El objetivo como siempre será tener nuevos temas de conversación con tan especial personaje.
Y digo que tendrá un deleite puesto que esta obra está traducida de la original por Hermione Granger, una bruja de origen muggle quien representa lo mejor de su generación y, cuenta también con anotaciones del mismísimo Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore.
Aprovecho este párrafo para expresar mi incomprensión sobre la manía de J. K. Rowling de utilizar nombres tan complejos para sus personajes (algunas veces).
Algunos de los cuentos de Beedle parecen licencias que se han tomado prestadas de los hermanos Green, pero poseen la originalidad que se ha permitido gracias a este universo mágico creado por la autora. Cada uno de ellos pareciera poseer un mensaje oculto, una enseñanza y sin duda, presentan siempre la dualidad establecida desde siempre entre el mundo mágico y el muggle.
Se debe resaltar el cuento final, que más bien es una fábula y que todos conocemos gracias a las reliquias de la muerte: «La fábula de los 3 hermanos», en donde una varita de Sauco, la capa de invisibilidad y una piedra que permite resucitar a los muertos son el centro de la historia.
Debo decir que los cuentos de Beedle son simples y en algunos casos, no dicen mucho. Lo que para mi hace de esta obra un espléndido referente del mundo mágico son las anotaciones y comentarios de Dumbledore. Estos complejizan el contenido, haciendo que este libro nos permita conocer detalles del mundo mágico que solo un experto como el profesor Albus podría explicarnos.
