Tengo que confesar que después de toda una vida de lecturas hacía mucho tiempo no me encontraba con un libro que me costara tanto leer. Más o menos he tardado un año leyendo este segundo volumen de la rueda del tiempo. El motivo: la alta fantasía es densa…muy densa, y hay que tener la mente y el corazón dispuestos para escudriñar hasta el rincón más profundo de cada página y no salir de allí perdido. Y claro está, el exceso de trabajo y otros menesteres que inevitablemente lo desconectan a uno de la lectura.
Durante 2020 leí de manera intermite te la primera mitad del libro. La aparición de un sinnúmero de nuevos personajes me dejó perplejo y un poco perdido. Y la lentitud de la narración también fue un motivo de eventual aburrimiento. Esto lo digo por que corresponde al paralelismo que se puede hacer con el estado de pandemia y encierro, en otras palabras, el libro en su primera mitad no tenía el ritmo que yo necesitaba para salir del aburrimiento propiciado por la cotidianidad covid. Esto no quiere decir que estuviera mal, solo que tenía un ritmo distinto al que quería.
Pero sin duda esa primera mitad fue interesante. Conocer la preparación de los personajes principales y la forma en que son entretejidos por la rueda del tiempo es una forma de comprender la esencia misma de toda la saga. En esa primera mitad nuestro Dragón Renacido es entrenado como maestro espadachin digno portador de una espada con la marca de la garza. A la vez, este afianza su desconfianza con las Aes Sedai y considera que estar cerca de ellas es uno de los motivos que ha generado cierta desgracia para el y su pequeño grupo de amigos. Por su parte, Ninaeve y Egwene son puestas a disposición de la torre blanca en Tar Valon para su entrenamiento como mujeres que pueden encausar el poder único, en otras palabras: Aes Sedais.
No pienso entrar en más detalles al respecto.
Inicié el 2021 con la firme convicción de terminar este título en los primeros meses y así lo he logrado.
La segunda parte del libro resultó ser vertiginosa. Una vorágine de acción oscura. La gran cacería en últimas, se trata de la búsqueda, encuentro, pérdida y posterior recuperación del cuerno de valere: instrumento poderoso que permitirá trer los ejercitos de héroes de la era de leyenda.
La complejidad de esta saga va en ascención. Y no es para menos en una obra que consta de 14 novelas de las cuales esta es la tercera que leo. Espero pues muy pronto continuar con la lectura de esta magnifica obra llena de luz y oscuridad en equilibrio. Gracias por tanto Robert Jordan.
