Supongo que para entender, o al menos para especular con propiedad sobre las dimensiones y las características del universo se necesita ser muy intelegente. A lo mejor, se necesita una mente dinámica e inquieta, que permita estar cuestionando todo constantemente y que por medio de la imaginación, esboce esquemas, patrones, hipótesis y teorías de como funciona todo el sistema. Más talento se necesita -creo yo- para transmitir toda esa información y conocimiento a otras personas que no tengan las mismas capacidades.

Eso es lo que suelo pensar cada vez que leo un libro de Stephen Hawking. El físico teórico más famoso del siglo XX (si no el más importante, tal vez, solo después de Einstein), tiene una capacidad asombrosa de poner en palabras simples, o al menos, en postulados más humanos, todo lo que sabe acerca del universo. Sin duda, este autor nos ha regalado muchas páginas que nos permiten comprender (hasta donde llegue nuestra capacidad de comprensión) los pormenores que estructuran y le dan configuración a la existencia misma del cosmos.

En este libro particular, que es su obra póstuma, Hawking desarrolla una serie de respuestas a las que consideró las grandes preguntas del siglo XX e inicios del siglo XXI. Estas preguntas no son solo de importancia científica, sino que en sí mismas, son de gran importancia para toda la humanidad.

¿Hay un Dios?; ¿Cómo empezó todo?; ¿Hay más vida inteligente en el universo?; ¿Es posible viajar en el tiempo?; ¿Cómo damos forma al futuro?; son entre otras, varias de las preguntas que estructuran este libro. El autor sostiene que, si bien el conocimiento se ha valido de la especialización para avanzar en diversas áreas a profundidad, es importante mantener preguntas como las mencionadas, para que sirvan como faro u objetivo a seguir durante el desarrollo de la civilización.

Me ha parecido que este libro es fundamental y sobre todo, muy sensible. Es como una ventana para conocernos y ver más allá del mundo que tenemos frente a nuestras narices. Hawking nos invita mirar a las estrellas, en vez de mirar a nuestros pies:

Intentemos dar sentido  a lo que vemos y preguntémonos qué es lo que hace que el universo exista. Seamos curiosos. Y por difícil que la vida pueda parecer, siempre hay algo que podemos hacer y conseguir. Importa que no nos rindamos. Demos rienda suelta a nuestra imaginación. Demos forma al futuro.