No podía ponerme a leer todo sobre Hit Girl y desconocer el origen preciso de Kick Ass. Por eso decidí leer la historia relacionada con Dave Lizewsky, que es el origen de este super héroe sin super poderes.
Y le he sacado gusto hasta la médula. Una historia bien contada, bien narrada y llena de escenas de acción y de esa ultraviolemcia que a pesar de lo absurda adquiere un sentido estético inusitado.
La muerte de Big Daddy por ejemplo, es tan burda y nauseabunda, que en la versión cinematográfica fue imposible recrearla, a pesar de la crudeza con la que fue presentada.
Al final del día lo que realmente valoro de este universo creado por Millar, es que sus personajes sufren. Y no es un sufrimiento inverosímil como el que podemos ver en las demás historias de super héroes (que sufren a partir de su propia realidad super humana… pobrecitos…), no, es un sufrimiento generado por la propia condición humana.
La manifestación del dolor y de la sangre cobra sentido en este universo de Millar porque es la naturaleza de sus personajes lo que los hace vulnerables.